Foto: Facebook Watch
Por: Ángel Delgado.
Aunque no pegaron de hit en las primeras cinco entradas, un rally de cuatro carreras en el sexto episodio fue suficiente para que los Dodgers de Los Angeles (1-0) vencieran 5-1 a los Padres de San Diego (0-1) y quedarse con el juego en sus bolsillos; en juego disputado en el Globe Life Field de Arlington, Texas.
Pese a que dejaron las bases llenas en la segunda entrada, los frailes rompieron el hielo 1-0 hasta el cuarto capítulo; gracias a un sencillo productor de Austin Nola. Los frailes ganaban con pinzas pero con dificultades, pues Mike Clevinger salió del juego en el segundo inning, por molestia en un codo.
En los primeros cinco rollos, los azules se embasaban únicamente por los pasaportes y las bases por golpe; y aunque dejaron bases llenas en el cuarto episodio, no anotaron carrera. Sin embargo, en la quinta entrada, un tiro erróneo de Jake Cronenworth les dio el empate 1-1, y con ello, la balanza se inclinaba a su favor.
Para el sexto capítulo, esa balanza terminó por quedarse del lado angelino; pues hicieron un explosivo rally de cuatro carreras para tomar ventaja de 5-1, la cual fue suficiente para amarrar el juego. La mala fortuna se acercaba a los frailes, debido a que Jayce Tingler, manager sandieguino, fue expulsado por discutir con el umpire de Home Plate.
Poco después de la expulsión de Tingler, los azules tomaron ventaja de 2-1; con fly de sacrificio de Corey Seager. Un lanzamiento después, Justin Turner puso el 3-1 con sencillo productor; posteriormente, Cody Bellinger alargó la pizarra a 4-1 con hit productor; y un wild pitch de Craig Stammen, puso el 5-1 definitivo.
El gran bateo oportuno de los Dodgers hizo que los Padres vivieran un auténtico cierre de pesadilla; pues además del rally de cuatro rayitas y de romper el juego sin hit en el mismo episodio, los frenaron completamente para el resto del juego; al permitir sólo un imparable en las últimas tres entradas.
La primera parte del juego tuvo de todo: un desfile de lanzadores, pasaportes por doquier, varios ponches, mal control de los pitchers e inteligencia de los bateadores para manejar el conteo de lanzamientos. Con todo lo anterior, el juego se prolongó por un ritmo lento y largo.
Entre ambos equipos, hubo un total de 14 lanzadores, 14 bases por bolas, 21 ponches y siete hits. Por un lado, a resaltar el gran trabajo de los pitchers azules, quienes poncharon a 14 frailes; y por el otro, el pitcheo sandieguino no estuvo fino, pues concedieron 10 pasaportes y algunos les costaron caro.
La victoria fue para Dustin May (1-0, 0.00), quien tiró dos innings perfectos con tres ponches, como relevista. La derrota se la llevó Garrett Richards (0-1, 27.00), quien recibió dos carreras limpias, un hit, dio dos pasaportes y un ponche; en dos tercios de labor. El juego duró tres horas con 54 minutos.
Mañana miércoles será el segundo juego de este gran enfrentamiento, donde los Dodgers buscarán una ventaja cómoda en la serie y enviarán a Clayton Kershaw (0-0, 0.00); mientras que los Padres no tienen un mañana y aún no anuncian a su pitcher abridor. Este juego comenzará a las 6:08 pm.